La capilla de la Asunción

Nos encontramos frente a la capilla de la Asunción, que sorprende al visitante por sus brillantes y ricos colores, además de por su decoración arquitectónica, que hace de esta capilla un espacio monumental.

  • av_timerHistoria de la capilla

    Esta capilla fue concedida en 1548 a la sobrina del Papa Julio II, Lucrezia della Rovere. Ella encargó su decoración a Daniele da Volterra, brillante alumno de Miguel Ángel, con quien trabajó en la capilla Sixtina. El artista acababa de terminar el Descendimiento de la Cruz que se encuentra al otro lado de la nave.

    Las obras de la capilla se llevaron a cabo entre 1548 y 1553, y Volterra contó con la ayuda de varios artistas. Según Vasari, el «padre de la Historia del Arte», los cartones de los frescos son de Volterra, pero su ejecución se debe, en gran parte, a sus colaboradores.

  • assignmentDescripción de la obra

    El fresco se divide en dos registros:

     

    1. En el registro inferior, se puede ver a los apóstoles formando un semicírculo abierto. El espectador se integra en el cuadro gracias a los dos apóstoles que lo miran y parecen vincularlo con sus gestos, como si quisieran hacerlo participar. Se inquietan, reflexionan, discuten y señalan a la Virgen María, que se eleva hacia el cielo.
    Entre ellos, podemos reconocer en primer plano a San Juan Evangelista, gracias al libro en el que apoya el codo. A su lado, en azul y amarillo, podemos reconocer fácilmente a San Pedro, gracias a la llave que lleva bajo el brazo. El origen de este símbolo procede de las palabras que el propio Jesús pronunció:

    «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos». (Mt. 16, 18).

    2. En el registro superior, la Virgen, ya desprendida de la tierra, alcanza el cielo a través de la abertura de una cúpula sin techo. Es como si la llevara una nube transportada por ángeles. Forman un círculo y miran hacia el espectador. Parecen estar bailando, celebrando este gran misterio.

     

    Estos dos registros ponen de relieve el movimiento de la ascensión al cielo, marcando una clara separación entre la parte celeste y la parte terrenal. En medio de los apóstoles se encuentra la tumba de la Virgen María, sobre la que se apoyan algunos de ellos. María pasa de esta tumba, que representa la muerte, a la Vida Verdadera. Según el dogma de la Asunción, la Virgen fue asunta al Cielo con su cuerpo.

    En este grupo de apóstoles, se percibe claramente la influencia de Rafael y de uno de sus frescos en el Vaticano, La disputa del Sacramento.

    El color que domina el cuadro es el azul. Aquí se ha realizado a partir de lapislázuli, un pigmento escaso y caro en el siglo XVI, que demuestra la riqueza del patrocinador y recuerda el refinamiento cromático de la Capilla Sixtina. También lo encontramos en el color de la Virgen María: rojo y azul, de acuerdo con el Apocalipsis, último libro de la Biblia.

    La arquitectura circundante refuerza la monumentalidad de la obra, como en el resto de la capilla. Las columnas unen las capillas entre sí, creando una perspectiva a cada lado, con grandes escalinatas. Admiremos las puertas, necesarias para pasar de una capilla a otra, duplicadas en trampantojo para respetar la simetría de la obra.

  • live_help¿Qué es la asunción?

    La Asunción es el momento en el que la Virgen María sube al Cielo, al finalizar su vida en la tierra, y entra directamente en la gloria de Dios. Se celebra cada año el 15 de agosto, fecha en la que se celebra la muerte e inmediata resurrección de María, su llegada al Paraíso junto al Padre y al Hijo, así como su coronación.  De esta manera, las representaciones de la Asunción suelen ser muy suntuosas, para marcar el carácter real y, en gran medida, glorioso de dicho acontecimiento. Ponen de relieve el cuerpo de María, que asciende directamente al Cielo, en toda su majestuosidad.

  • assignmentDescripción de los frescos laterales

    A la derecha: la infancia de María con la presentación de la Virgen en el Templo.

    María nació milagrosamente de Ana y Joaquín, cuando estos ya eran ancianos y no esperaban tener hijos. Siendo aún una niña, sus padres la llevaron al templo, donde permaneció hasta que alcanzó la mayoría de edad, y allí se dedicó a tejer el velo del templo. Los textos cuentan que bailó al entrar en el templo y no miró atrás. Este acontecimiento es especialmente relevante para las vocaciones religiosas y se repite, por ejemplo, durante las fiestas en honor a la vida consagrada.

     

    A la izquierda: la infancia de Jesús con La Masacre de los Inocentes. 

    En el momento del nacimiento de Jesús, los magos vaticinaron el advenimiento de un rey de los judíos, lo que preocupó mucho a Herodes, entonces rey de Judea. Este ordenó, por lo tanto, la masacre de todos los niños menores de dos años en toda la región de Belén, lugar anunciado del nacimiento de Jesús. El recuerdo de esta masacre se conmemora cada año con ocasión de la fiesta de los Santos Inocentes, el 28 de diciembre. José, padre de Jesús, es advertido antes en un sueño y la familia huye a Egipto para proteger al Niño.

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Meditación

En esta obra central reconocemos a María, la madre de Jesús. Desde la cruz, Cristo nos confía a todos a su bondad materna, del siguiente modo: «Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo al que amaba, dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Luego, dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre». Juan 19, 26-27.

Después de la Asunción, la Santísima Virgen está con Dios, en toda su gloria, con Jesús su hijo, y puede interceder más que nunca por todas las oraciones de los hombres y presentar sus peticiones.

Ante este maravilloso cuadro, dediquemos un minuto a confiarle a una persona querida, en lo más profundo de nuestro corazón, para que ella se la presente a Dios.