Esta capilla fue construida hacia el año 1570, cuando se decidió ampliar la iglesia. En 1574 fue entregada a Marcantonio Borghese, quien en aquel momento era asesor jurídico del convento de Trinità dei Monti.

Los frescos que decoran esta capilla fueron encargados por los hijos de Marcantonio Borghese a Cesare Nebbia, en 1589, y todos ellos giran en torno al tema de la Pasión de Cristo. Originalmente, había una representación de la Crucifixión en lugar de la actual Piedad, imagen que se encuentra ahora en el coro.

La estatua que domina el centro de la capilla es una copia en yeso donada por el escultor alemán Theodor Wilhelm Achtermann, autor de la estatua original. Esta última se realizó para la catedral de Münster, quedando destruida en 1945 a causa de un bombardeo. La actual estatua de yeso fue colocada en el lugar que ocupa actualmente, a petición de las Damas del Sagrado Corazón, durante la campaña de restauración de la iglesia en el siglo XIX.

Esta escultura muestra a la Virgen María con su hijo Jesús en brazos. Acaba de morir en la cruz y se encuentra en una posición de total abandono. Su cuerpo está relajado, completamente abandonado en brazos de su madre. María reclina su cabeza contra Jesús, mostrando el vínculo que los une. Ambos tienen los ojos cerrados y el rostro sereno, testigos de una confianza ciega en el plan de Dios Padre.

La estatua es bastante realista -como demuestran las gotas de sangre que salen de las heridas de Jesús-, lo que nos invita a tomar conciencia de que Cristo sufrió verdaderamente en su cuerpo y manó sangre realmente de su costado.

El «dueño de la capilla», Marcantonio, pertenecía a una de las familias más influyentes y poderosas de Italia. También fue el padre del Papa Pablo V, durante cuyo pontificado se completó la construcción de la nueva Basílica de San Pedro.

Muchos miembros ilustres de la familia fueron enterrados aquí, entre ellos el propio Marcantonio, su hermana Hortensia, su esposa -la madre del Papa Pablo V-, etc.

El escudo de armas de la familia Borghese, formado por un águila coronada y un dragón, es habitual en el paisaje romano, ya que lo podemos encontrar en múltiples lugares: la fachada de la Basílica de San Pedro, la Fontana dell’Acqua Paola, etc. Se encuentra en el suelo de la capilla, a derecha e izquierda del altar, así como a ambos lados del grupo escultórico central.